Bizcocho (sin huevo) de limón y crema de Mango + Melocotón

Paso a paso

1. Volcamos en un bol el yogurt de soja. Por otra parte, exprimimos medio limón y rallamos su cáscara, previamente lavada. Volcamos toda la cáscara rallada sobre el yogurt, juntamente con la mitad del zumo exprimido (la otra mitad la reservamos para la crema). Mezclamos bien.
   
2. Añadimos la taza y media de leche vegetal, el 1/4 de taza de Sirope de Ágave y la media taza de aceite de girasol. Mezclamos muy bien, hasta que la mezcla quede lo más homogénea posible.
3. Picamos una rodaja de melocotón y otra de mango, y lo añadimos al bol. Mezclamos bien. Reservamos el resto del melocotón y el mango para la crema superior.
4. Toca añadir la harina. Este proceso es mejor que se haga lentamente y con paciencia para evitar grumos, ya que el resultado final lo agradecerá. Para ello cogeremos una taza y media de harina, un colador muy fino y las varillas para batir.
5. Con el colador en una mano y la taza de harina en otra, colocamos el colador encima de nuestro bol y lo rellenamos de harina. Ahora dejamos la taza y, agitando suavemente el colador, dejamos que la harina vaya pasando a través de él, para evitar grumos. Este proceso se llama "tamizar".
6. Lo ideal es ir removiendo mientras se añade la harina, pero si no te ves capaz, tamiza pequeñas cantidades de harina y ve removiendo. Cuando la mezcla esté homogénea y sin grumos, volvemos a repetir el proceso hasta acabar con la taza y media de harina.
7. Cueste el tiempo que te cueste, es importante que batas lo suficiente la mezcla para que no se genere grumos.
8. Cuando ya tengamos la masa lista, ponemos a precalentar nuestro bol a 180 grados.
9. Mientras, cogemos nuestro bol y con la ayuda de un pincel, servilleta o nuestras propias manos, engrasaremos toda la base y los costados con aceite de Oliva o el propio Aceite de Girasol.
10. Además, añadiremos una pizca de harina también tamizada, tal y como se muestra en la foto de abajo, para que el desmolde sea mucho más fácil y nuestro bizcocho sin huevo no se pegue.
11. Volcamos la masa sobre el molde y lo introducimos en el horno, a 180 grados por 40-45 minutos.
    

    El tiempo puede variar dependiendo del horno y el molde. Para saber si está hecho correctamente, nos fijaremos en dos cosas: que el bizcocho haya cogido ya un color dorado y que, al clavarle un palillo o un tenedor, este salga completamente seco.

    *Lo del papel de plata al rededor del molde no lo tenéis que tener en cuenta, eso es solo consecuencia de que se me rompa el molde a última hora.

12. Mientras nuestro bizcocho vegano hornea, vamos a preparar la crema superior de frutas y anacardos. Para ello, mezclamos en un recipiente para batir 150 gramos de anacardos remojados por 8 horas, el resto del mango y el melocotón, 4 dátiles para endulzar y el zumo de limón que nos sobró anteriormente.
13. Seguidamente añadimos una taza de leche vegetal y tritutamos bien, hasta que quede cremoso, suave y sin tropezones. Ahora toca observar la densidad de la crema. Yo no la quería ni demasiado espesa ni demasiado líquida, sino cremosa, que desbordarse por la tarta pero sin gotear, por ello le añadí 1/4 más de leche de soja. Esta parte es opcional, puedes añadirle más o menos leche en función de como quieras que quede la crema. 
14. Cuando nuestro bizcocho ya esté listo, lo retiramos del horno y lo dejamos templar al aire libre, hasta que ya no esté caliente (sino corremos el riesgo de que se rompa durante el desmoldado).
15. Cuando ya esté templado, lo desmoldamos y lo colocamos sobre una bandeja, papel de horno o el plato para servir. Entonces, añadimos poco a poco la crema por encima, hasta rellenar toda la parte superior y conseguir que desborde ligeramente por los laterales.
16. Para terminar, decoramos con unas rodajas de limón, unos arándanos y pistachos pelados y troceados.