¡¡Muy buenos días otro sábado más!! Hoy vengo con un nuevo descubrimiento para mi.
Este verano me he propuesto tener más presente en mi dieta algunos alimentos que son buenísimos y tienen tropecientas propiedades. Por eso, el otro día, navegando por la tienda vegana Gente vegana, me topé con un Tempeh que me dio demasiada curiosidad. Así que decidí animarme a probarlo.
A lo loco y sin saber qué iba a salir de esto, decidí no arriesgar demasiado y acompañarlo con un arroz. Pero, para que no me tachéis de aburrida, elegí un arroz rojo ecológico que ha resultado ser una delicia. El caso es que, navegando un poco más por la tienda, me topé con mi descubrimiento del mes. Un in-cre-í-ble aceite de oliva con boletus de producción limitada, al que evidentemente no me pude resistir. Y para acabar con mi experimento semanal, decidí coger también un botecito de sal rosa del himalaya , porque me la habéis recomendado muchísimo.
Total, que con todos esos ingredientes decidí improvisar y salió esta delicia. He de reconocer que tuve que preguntar a varias personas «¿Cómo haces tú el Tempeh?», porque al no tener ni idea de a lo que me estaba enfrentando me temía que iba a acabar en tragedia culinaria. Porque sí, querid@s, yo a veces también soy un desastre en la cocina ¡Pero resulta que tuve suerte esta vez! jajaja.
Propiedades
¿Que qué es el Tempeh? Pues es el resultado de fermentar frijoles de soja con un hongo (lo que se conoce como Tempeh Starter). Vale, dicho así quizá no suena increiblemente apetecible, pero cuando leais las propiedades os va a encantar. El Tempeh es riquísimo en proteínas y además contiene todos los aminoácidos esenciales para el ser humano. ¡Y también nos ayuda a fortalecer nuestros huesos!
Pero esto no es todo, también es rico en fibra y ayuda a regular el tránsito intestinal. Y, según parece, sus beneficios para los intestinos son tales, que ayuda a prevenir diversos tipos de cáncer relacionados con estos. Por último, su consumo regular ayuda a aliviar los síntomas de mujeres en la menopausia.
Ahora sí, sin más preámbulo, vamos a por la receta:
Ingredientes
- 150 gramos de Tempeh
- 1 taza de arroz rojo (tu puedes elegir el arroz que más te guste)
- 2 y 1/3 tazas de agua caliente
- 1 cebolla
- 3 o 4 ajos
- Jengibre (4 rodajitas en total)
- 200 gramos de orejones (es un tipo de hongo que encontrarás en supermercados, al menos en España)
- Pimienta negra
- Sal (yo utilicé la sal rosa del Himalaya)
- Albahaca (opcional, pero recomendable)
- Unas hojitas de Laurel
- Aceite de oliva (el que tiene boletus es ideal, pero puedes utilizar el tradicional)
Método
- En primer lugar cortaremos la cebolla, 2 ajos, dos rodajitas de jengibre (o más, si te gusta) y los 200 gramos de orejones y los pondremos en una sartén muy profunda (o si no, una olla) a fuego medio-bajo con un chorrito de aceite. Removemos periódicamente.
Recuerda, un chorrito pequeño, queremos dorar no freír croquetas. Por cierto, si nunca has probado el jengibre mejor no te pases con las cantidades. Es un sabor al que hay que acostumbrarse poco a poco. - Cuando ya esté todo doradito, añadimos nuestra taza de arroz y sofreímos todo durante 1 minuto más. Removemos para que no se pegue.
Si fuera necesario, puedes añadir un chorrito más aceite. - Ahora, volcaremos 2 tazas y 1/3 de agua caliente sobre el arroz. Removemos un poco y añadimos abundante pimienta negra, unas hojitas de laurel y sal al gusto.
Cada tipo de arroz puede necesitar una cantidad de agua y un tiempo específico. Lee las instrucciones que vienen en tu paquete de arroz. - Manteniendo la olla a fuego medio-bajo, tapamos y dejamos reposar durante unos 25 minutos (o el tiempo que tu arroz necesite)
- Mientras, vamos a por el Tempeh. Para ello, colocaremos en una sartén 1 o 2 ajos y 2 rodajitas más de jenjibre, engrasado todo con un chorrito de aceite.
- La calentamos a fuego medio-bajo durante unos segundos (para que el aceite coja sabor) y añadimos nuestro tempeh en rodajas, cubos o filetes.
Yo las hice en rodajas y al final, decidí hacerla en cubos para poder mezclarla mejor en el arroz. - Mantendremos la sartén en el fuego hasta que se dore el Tempeh por todos los costados.
- Cuando esté listo, retiramos del fuego y le añadimos una pizquita de sal y albahaca (a mi me gusta con mucha muchísima albahaca)
- Si tu arroz ya ha consumido todo el agua y la dureza del grano está a nuestro gusto, apagamos el fuego también.
- Servimos y mezclamos nuestro Tempeh con el arroz. Podemos añadir un poquito más de sal, pimienta negra y albahaca si lo consideramos necesario.
¡Ojito con pasarse con la sal! - Para darle el toque final, decidí ponerle un chorrito de aceite de boletus por encima y ¡listo!
Espero que os haya encantado la receta. ¡Este miércoles os traigo el vídeo en mi página de recetas de Facebook!
Como siempre, si tenéis cualquier duda podéis dejarmela aquí abajo. ¡Hasta el sábado que viene!
5 Comentarios
Hola los orejones son las cetas ?
Efectivamente Jocelyne, son setas :-)
hola! perdona.. los orejones no son setas, son albaricoques deshidratados! muy buena la receta igualmente :)
Saludos Lali, también es un tipo de seta ;-)
El tempeh está genial, me gustaba mucho hasta que me sentó mal un día por alguna salsa que le añadí… Total que desde entonces no lo había vuelto a probar, hasta que vi esta receta. La verdad es que la albahaca le da un toque… ñam :) Súper buena idea.
A ver si te animas a compartir alguna receta más de este ingrediente (el buscador solo me dejaba encontrar esta).
Gracias por compartirla :)
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