Después de varios años peleando con la repostería, y sin ser yo nada que se acerque a una experta en el tema, he descubierto que hay errores comunes que hacen que tu bizcocho solo pueda aspirar a ser lanzado a la basura.
Como os digo, ni soy repostera ni experta en el tema de ninguna forma, estos puntos están basados en mis experiencias y pruebas ¡Aún sigo aprendiendo! Pero quizá puedan ayudaros a entender qué puede estar pasando.
El horno es la clave
Antes de empezar con los errores y sus posibles orígenes, deciros que si hay algo importantísimo de cara al resultado de nuestro bizcocho es el horno. Yo llevo años con un horno viejísimo que no puede encenderse por arriba y por abajo a la vez, que obviamente no sella bien el calor y que la forma que tiene de medir la temperatura es flojo, medio o fuerte, así que cada vez que horneo algo es un riesgo. No calientan igual, no mantienen bien la temperatura y medir los grados es imposible, pero le tengo cogido el trucot. Así que antes de echarte tú todas las culpas, ten en cuenta que también puede ser de tu terrible horno.
Errores comunes a la hora de hacer bizcochos: analizando los problemas y posibles soluciones
¿Por qué mi bizcocho queda apelmazado o no sube?
¡Este problema sí que es común! Este es uno de los principales problemas que solemos experimentar cuando hacemos un bizcocho. Nos queda húmedo, apelmazado, sin aire en el interior y más que esponjoso está gomoso. Es tan denso que un bocado podría saciar a una familia entera. Estos son los errores más comunes que hacen que tu bizcocho se apelmace. Yo los he cometido anteriormente y que quizá puedan orientaros:
- Este es evidente, pero, por si acaso, lo diré: has olvidado añadir levadura en polvo, has añadido poca o la que has añadido llevaba abierta mucho tiempo y está caducada. Un truco muy bueno para no tener problemas con la levadura es usar harina para bizcocho. Viene incorporada en la proporción perfecta y siempre me da bueno resultados.
- Has puesto demasiada harina. El exceso de harina hace que tu fórmula pese demasiado y tira tu bizcocho hacia abajo, haciendo que no suba y quede pesado, denso y gomoso.
- Has batido demasiado la harina. Esto me ha ocurrido por años y no sabía exactamente por qué, pero sospechaba que batir los bizcochos con mis varillas eléctricas cuando ya tenía la harina incorporada me hacía tener un bizcocho demasiado denso y seco a la vez, con una textura rara. Y hace no mucho leí que batir mucho la harina hace que se desarrolle el gluten y da como resultado este tipo de problemas. Así que mi solución: batir bien los ingredientes líquidos por un lado y después mezclar la harina lo justo para que quede perfectamente integrada.
- La harina llevaba demasiado tiempo abierta y estaba húmeda.
- La temperatura del horno no era la adecuada: la has puesto demasiado baja y la levadura no ha hecho su trabajo.
- Otra con respecto a la temperatura: has abierto demasiadas veces el horno y has introducido aire frío en él, interrumpiendo el horneado. Lo ideal es no abrir el horno, y si haces la prueba del palillo, que sea de cara a los últimos minutos del horneado.
- El molde no es del material adecuado: siempre tengo mejores resultados con moldes antiadherentes de metal, cuando uso de silicona siento que me «cuece» el bizcocho y lo deja más húmedo.
- Y una nota: pre-calentar el horno 10 minutos siempre me ha ayudado a tener mejores resultados.
¿Por qué mi bizcocho se rompe o le salen grietas?
¡Esto me ha pasado una enorme cantidad de veces! Y aunque, si no se te rompe demasiado, tampoco es un gran problema y puede que solo sea algo estético, pero si se te parte por la mitad o se deshace… ¡Entonces sí lo es!
- Esto me ha pasado decenas de veces por impaciente: no dejas que se temple un poco antes de desmoldar. Está demasiado caliente y la masa es un poco más «frágil». Si lo templas 10 minutos antes de desmoldar, verás que sale solo y de una pieza.
- Puede que te hayas pasado un poco con el tiempo de horneado o que lo hayas horneado a una temperatura demasiado alta y se haya secado demasiado o ha crecido demasiado rápido.
¿Por qué mi bizcocho se quema y/o queda crudo por dentro?
Parece que está perfecto, pero cuando lo partes por la mitad, hay un cúmulo de masa cruda en su interior. Eso me ha pasado también decenas de veces. Y lo peor es que no hay gran cosa que hacer. Aunque te reconozco que a mí también se me ha pasado por la cabeza eso de «¿Y si vuelvo a meterlo en el horno?» Pero te hago un spoiler: no funciona, se quedará como una piedra y no arreglará el crudo interior. Lo único que puedes hacer es cortar los trozos que sí se han horneado y aprovechar para comerlos en una taza de leche vegetal o para mojar en el café. No te sientas mal, este también es uno de los errores más comunes a la hora de hacer bizcochos.
- Lo primero y más evidente: la temperatura del horno está demasiado alta y no das tiempo a que se hornee la miga interior, porque para cuando te das cuenta ya se está quemando el exterior. Por fuera hace costra y por dentro aún está líquido.
- También he notado que cuando hay un exceso de harina y grasa, hace que el interior sea tan denso y espeso que cueste mucho de hornear (no crece porque pesa demasiado, no tiene suficiente aire…).
- No has engrasado el molde o no has usado papel de horno: por tanto la masa se pega al molde de metal y se quema a los pocos minutos de horneado. No sabéis la de veces que me he acordado tarde de que no había puesto margarina o aceite en las paredes del molde…
- Tu molde está demasiado viejo: un molde en mal estado, aunque lo engrases, te puede destrozar el bizcocho. Se pega, lo quema, no reparte bien el calor…
- Puede que el problema sea la forma del molde: si es demasiado profundo, por ejemplo, y hace que el calor tarde mucho en penetrar. Es más fácil usar los moldes circulares que son más bajitos.
- Tenías otros moldes o las paredes del horno muy cerca del bizcocho: esto me ha pasado mucho con magdalenas, pero se aplica perfectamente a esto. Tenías otro molde demasiado cerca y hace que haya una temperatura mayor en uno o varios costados del molde, por eso se quema o pega antes de lo normal.
¿Por qué mi bizcocho sube, pero por el centro se hunde?
Vas mirando por la ventana del horno, parece que todo va bien… Pero de repente ves como va bajando, bajando, bajando, hasta quedar un borde alto y un interior totalmente chafado. El sabor es delicioso, pero… Ups. Estéticamente es un poco desastroso.
- Puede que hayas abierto demasiado el horno durante la cocción y has interrumpido el proceso de trabajo de la levadura. La levadura trabaja en contacto con el calor y, si abres el horno y entra frío, interrumpes el proceso de crecimiento. También puede ser que hayas subido o bajado la temperatura del horno durante el tiempo de horneado.
- Te ha faltado tiempo de horneado, la levadura no ha acabado de hacer su trabajo y es posible que, además de eso, la masa esté cruda o semi líquida.
- Otro error que he cometido en muchas ocasiones: añadir demasiada grasa al bizcocho. Aceite de oliva, de girasol, margarina fundida… Demasiada grasa con respecto a la cantidad de harina hace que pese demasiado, y por tanto, no suba correctamente.
- No has mezclado bien los ingredientes y la levadura ha quedado mal repartida.
- Has colocado ingredientes muy pesados sobre el bizcocho, como fruta: la masa no tiene suficiente fuerza para sostener algunos toppings demasiado grandes.
¿Y tú? ¿Has sido víctima de estos errores comunes garrafales que estropean nuestros bizcochos? ¿Qué errores has cometido en el pasado con los bizcochos? No te desanimes si tu bizcocho no ha salido genial a la primera, yo he pasado mucho tiempo intentando aprender y sigo cometiendo errores de principiante :-)
1 Comentario
HOLA
BUENAS NOCHES…
A mí me pasa todo lo contrario…
Hermoso y perfecto a la vista y muy rico, pero queda con un hoyo por debajo.
Queda comible, pero me da rabia que pase eso…
¿¿¿Qué podrá ser???
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