La revolución de los “lácteos” vegetales es imparable. Solo hace falta echar un vistazo a las innumerables alternativas veganas a yogures, quesos y natas para cocinar que han aparecido en los últimos 5 años. Cada vez más accesibles y económicas.
Estamos hablando de un sector que ha sobrevivido (y crecido) luchando contra todo tipo de presiones, como la constante de la industria láctea y las medidas que la Unión Europea pretendía determinar este 2021 con la enmienda 171 (que ya fue desestimada).
Aun así creo que es importante no olvidar que dicha enmienda pretendía censurar el etiquetado de los “lácteos” vegetales delimitando muchísimo sus posibilidades. No más “yogur”, “alternativa a la leche”, “estilo queso”, “crema” o cualquier otra palabra que pudiese sugerir una comparación, así como tampoco información nutricional comparativa (por ej.: “con menos grasa que la leche de vaca” ) ni información de interés público como el impacto medioambiental. Vamos, lo que viene siendo censurar.
Pese a todo, en unos años hemos conseguido incluso tener alternativas a las alternativas ¿sabías que el mundo de los yogures vegetales abarca mucho más que un yogur de soja? Esta es una gran victoria tanto para el futuro plantbased como para las personas veganas, vegetarianas y reduccionistas que presentan alguna alergia a la soja, ya que gran parte de las alternativas vegetales se desarrollaban a partir de esta.
El clásico yogur de soja se nos ha quedado corto y ahora disponemos de yogures vegetales elaborados incluso a partir de frutos secos (yogur de almendra, yogur de anacardo …) o a partir de frutas como el yogur de coco. La cantidad de variaciones y sabores distintos que puedes encontrar en el mercado es asombrosa. Con azúcar, sin azúcar, naturales, sin gluten, ecológicos, con trocitos de fruta, etc…
Una gama de yogures vegetales sin soja
De hecho, ya existen gamas de yogures íntegramente sin soja ni gluten. La gama de yogures vegetales Biogurt de Naturgreen los fabrica con pulpa de coco sostenible y almendra orgánica local en una fábrica 100% vegana (apunta esto, porque si eres alérgico y las trazas no son una opción para ti, te interesa).
La existencia de alternativas a los lácteos no solo actualiza nuestra gastronomía, haciéndola más ética y con menor impacto medioambiental. También hace la alimentación vegetal cada vez más saludable y accesible para todas las personas, incluidas las alérgicas a la soja, o que presentan alguna intolerancia al gluten o la lactosa.
Además, su uso en cocina no difiere del que ya conoces: bases para batidos de frutas, acompañamiento de granola, bases para salsas saladas… No solo tienen las mismas posibilidades que los yogures tradicionales, sino que tienen aún más.
Qué maravilla ser testigo de cómo cada vez nos dan más motivos para pasarnos a los yogures vegetales.
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