¡Muy buen día otro sábado más! Qué ganas tenía de volver a traeros cositas nuevas. Cómo sabéis, la semana pasada estuve haciendo un showcooking en la feria Gastro-vegana de Madrid y me fue imposible traeros la receta vegana de cada sábado. Pero para recompensaros, os traigo una de las recetas más sorprendentemente gordideliciosa del planeta tierra.
Como veis en el título, es un calzone vegano. Si no sabéis lo que es un calzone, os cuento un poquito: el calzone es una receta tradicional italiana que es prima-hermana de la pizza. Es algo así como una pizza envuelta, por lo que está rellena de muuuucho queso y otros ingredientes. En este caso vamos a aprender a hacerlo en versión vegana y absolutamente casera. Y digo lo de «absolutamente casero» porque también os traigo la receta para hacer la masa ya que, al menos a mi, me cuesta demasiado encontrar una masa fresca que no contenga lácteos y/o aceite de palma. Así que lo mejor es que la hagamos nosotr@s mism@s en casa, porque además de ser bien fácil, seguro que son más saludables. Pero si vosotr@s la encontráis y preferís utilizarla, no hay problema.
Comentaros que, como veréis más abajo, yo he utilizado harina de trigo convencional (ni de fuerza, ni de repostería, la tradicional) para hacer esta masa, porque es la que tenía en casa y quería aprovecharla. Vosotr@s podéis sustituirla por una harina de trigo integral (que tiene más fibra) o una harina sin gluten para pan que soláis utilizar.
Para este calzone he querido darle una forma más atractiva visualmente, que es mediante ese trenzado que veis en la parte superior. Ese paso podéis saltároslo si queréis y podéis hacer esa forma de «empanadilla gigante» que se le suele dar a los calzones caseros.
Veréis que la receta tiene muchos pasos, pero esto es solo porque quiero explicaroslo muy detalladamente para que no os perdáis, pero os prometo que es muy fácil ¡Y sin enrollarme más, vamos a por nuestro calzone vegano!
Ingredientes (Para dos calzone veganos grandes)
Para la masa:
- 300 gramos de harina de trigo
- 8 gramos de levadura fresca o de panadería (Es la que viene en cubitos. La encontrarás en las neveras de algunos supermercados)
- Romero fresco (Es opcional, pero le da un toque muy bueno)
Para el relleno:
- Queso de soja para fundir (yo utilicé la marca Naturques, comprada en la tienda de Barcelona EcoCentre. La encontraréis en tiendas veganas y on-line)
- Espinacas frescas
- Canónigos frescos
- 1 pimiento rojo mediano
- 1 o 2 cebollas
- 8 champiñones
- Olivas negras deshuesadas
- Agua caliente
- Aceite de oliva
- Orégano
- Salsa de tomate
- Sal o herbamare
Necesitaremos un horno, un rodillo y un trapo de cocina limpio. Si tenemos papel de horno, mejor que mejor.
Ingredientes (Para dos calzone veganos grandes)
- Lo primero que vamos a hacer es preparar una superficie limpia y amplia para trabajar la masa. A mi me gusta especialmente trabajar sobre una tabla de manera gigante. Si no vas a hacer la masa casera, ve directamente al paso número 10.
- A continuación, calentamos agua (1 o dos vasos, más o menos) y nos vamos a lavar bien las manos.
- Luego, vamos a arrojar los 300 gramos de harina sobre la superficie en la que trabajemos. Lo ideal sería que la tamizaramos (la pasasemos por un colador muy fino para que los granos de la harina se separen y no se formen grumitos)
- Justo después, trocearemos con nuestras manos la levadura fresca y una pizquita de romero muy picadito, y lo esparcimos por toda la harina. Mezclamos bien.
- Ahora, hacemos un agujero en el centro (como si fuera un volcán de harina) y añadimos poquito a poco un chorrito de agua y otro de aceite en el agujero del centro.
- Con las manos bien limpias, vamos empezar a amasarlo y repartir ese agua con aceite por toda nuestra harina. ¡¡Ojo con el agua caliente, porque podemos quemarnos!!
- El proceso para conseguir la masa perfecta es el siguiente: cuando ya hayamos amasado bien, si notamos que la masa tiene tropezones o se queda muy pegada a nuestras manos, haremos otro agujero en el centro y añadiremos otro chorrito de agua. Amasamos con fuerza y repetimos el proceso hasta que la masa resbale por nuestras manos sin quedarse pegada.
Hazlo poquito a poco para no pasarte de agua. Aunque si te pasaras, puedes corregirlo añadiendo más harina. - Cuando notemos que la masa ya está lista (que resbala por las manos) vamos a hacer un último esfuerzo y amasarla muy muy bien, dándole golpes contra la superficie y aporreándola con ganas. Siempre digo que la mejor manera de hacer masa casera es descargar toda tu ira con ella, quedan mucho mejor.
- Ahora nos toca dejar reposar la masa durante 30-40 minutos a temperatura ambiente y bien cubierta con un trapito limpio y seco. De esta manera el tamaño de nuestra masa se -casi- duplicará.
- Nuevamente, cogemos nuestra masa (comprada o casera) y con el rodillo la estiramos hasta que esté muy fina (pero que no se rompa). La partiremos por la mitad y las dejaremos con una forma rectangular.
- Antes de continuar, vamos a poner nuestro horno a pre-calentar a 180 grados y con ventilador encendido.
- Para continuar, dividiremos nuestra masa en tres «carriles» a lo largo y del mismo tamaño. El izquierdo, el central y el derecho. Si tu idea es trenzar la superficie como yo, tienes que cortar en tiras horizontales del mismo tamaño el carril izquierdo y el derecho, reservando el central para los ingredientes. Si no quieres trenzarlo, simplemente tienes que cerrarlo como un burrito. Te dejo una foto para que lo puedas entender mejor:
- Mi orden de ingredientes fue el siguiente: una base de salsa de tomate, un poco de orégano, queso de soja, cebolla, champiñones, pimiento rojo, espinacas, canónigos, olivas negras y otra capa de queso vegano. Después de cerrarlo, también añadí un poco más de orégano y algunas olivas negras en la superficie.
- Ahora tendremos que meterlo en el horno con papel de horno en la base (y si no tienes, engrasa la superficie con aceite de oliva) y unas cucharaditas de aceite de oliva engrasando la parte superior de nuestro calzone trenzado. Luego, espolvoreamos por encima una pizquita de herbamare (o sal).
- Toca meterlo en el horno, a 180 grados (con ventilador, recuerda) durante unos 40 minutos. Recuerda que los tiempo son orientativos, y dependiendo del horno puede tardar más o menos tiempo. En definitiva, tienes que fijarte que se haya dorado la masa y el queso esté fundido.
- ¡Y listo! Lo retiramos del horno y lo consumimos caliente. ¿Has visto qué fácil?
Pues hasta aquí la receta de este sábado, amores. Ya sabéis que si lo hacéis me encantará verlo en mi Facebook o Instagram. Recordad también que cada miércoles subo nueva receta al canal de YouTube, de manera fácil y visual para que no os perdáis.
Espero que lo disfrutéis muchísimo y que os encante. Si tenéis cualquier duda podéis dejarmelo por aquí o preguntármelo por Facebook.
¡Nos vemos por las redes!
3 Comentarios
Lo prepararé hoy 😋😋
Súper fácil, buenísimo y muy económico. Muchas gracias por la receta <3
¡Buenísimo y super fácil de preparar! Ha sido un exitazo en casa, tanto que he logrado vencer la reticencia inicial por ser vegano y me han pedido que la repita cuanto antes.
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