Croquetas veganas de seitán con champiñones

¡Hola, hola! ¿Como estáis?  ¡Hoy os traigo las croquetas veganas de seitán que ayer os enseñé por Instastories!

Estas croquetas las preparé con un Seitán casero que preparó mi compañera de piso. Ella lo hizo siguiendo la receta de mi libro, pero también podéis usar un Seitán comprado (carrefour, tiendas ecológicas y algún supermercado más) o siguiendo esta receta que os dejo por aquí.

Este seitán tenía mucho sabor propio porque la receta de mi libro viene especiada para que sea un seitán con sabor propio, pero no os preocupéis si usáis otros, las croquetas van a quedar bien igual, ya que además vienen rellenas de champiñones y cebolla, que acompañarán el sabor del seitán y lo reforzarán.

Para el rebozado os recomiendo mucho que uséis un pan rallado con ajo y perejil, por su extra de sabor. También podéis comprar el normal y añadirle las especias que más os gusten a vosotros.

Para acompañar las croquetas veganas yo suelo poner arroz, ensaladas o patatas al horno. Pero en esta ocasión mi compañera de piso preparó un picadillo de tomate RAF con aceite de oliva, ajo muy picado y una pizca de sal. La verdad es que es una gran idea para los días de calor, porque es saludable y refrescante. Además, equilibra un poco la balanza ya que la croqueta es un alimento bastante contundente 😉

Croquetas veganas de seitán con cebolla y champiñones. Recetas vegetarianas fáciles.

¿Qué leche vegetal usar para sustituir leche de vaca?

Para sustituir la leche de origen animal en los platos salados, vamos a utilizar leche vegetal sin azúcar. Yo siempre uso leche de soja que viene libre de edulcorantes (en Mercadona y Consum tenéis dos diferentes por menos de 90 cent. el litro). Siempre recomiendo usar estas porque son las que tienen un sabor más neutro, no adulteran el sabor original de la receta y además aportan un extra proteico (la leche de soja se caracteriza por ser fuente de proteínas).  Además, si usáis alguna que venga enriquecida con Calcio y Vitamina D, mejor.

Si no sois muy amigos de la leche de soja o directamente sois alérgicos, os recomiendo que uséis la leche de Espelta sin azúcar, que es un poquito más cara pero que, a diferencia de la leche de avellanas o almendras, es más neutral.

Por otra parte está la leche de arroz y la leche de avena, que tampoco las recomiendo, ya que son leches muy aguadas que pese a que podemos encontrar algunas marcas no tan dulces, tienen un sabor demasiado característico y podría arruinar igualmente nuestro plato. Además, pueden no funcionar tan bien para dar consistencia a recetas como croquetas, bechamel o cremas.

Estas leches vegetales que os recomiendo dan un acabado súper cremoso a las croquetas. Realmente es una receta para veganos, vegetarianos y no vegetarianos, porque el sabor y la cremosidad se mantienen tal y como una croqueta merece.

Con esta receta tendréis más o menos unas 15 croquetas de tamaño medio, a mi me ha salido alguna incluso grande.

¡Vamos con la receta! Croquetas veganas de Seitán:

Croquetas veganas de Seitán y champiñones

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Raciones: 15 Tiempo Preparación: 45 min. + 1 hora de reposo Tiempo Cocina: 45 min 45 min Nutrition facts: 200 calories 20 grams fat

Ingredientes

1 lámina gruesa de seitán
2 tazas de leche de soja sin azúcar
1/2 cebolla
2 puñados de champiñones
3 cucharadas soperas de harina (yo usé de trigo)
Pan rallado con ajo y perejil
Una pizca de sal
Aceite de oliva
Aceite para freír: yo usé aceite de girasol.
Necesitaremos una fuente plana y grande para reposar la masa

Paso a paso

1. En primer lugar vamos a picar la cebolla y a saltearla en una olla engrasada con aceite de oliva.
2. Cuando la cebolla empiece a coger un poco de color, añadimos los champiñones picados y los doramos también. Añadimos más aceite de oliva si fuera necesario.
   

   Picamos la cebolla, champiñones y seitán para el relleno de nuestras croquetas.

    

3. Seguidamente, cortamos en pequeños cubos el sietán y lo añadimos también a la olla.
4. Vamos a dorarlo todo durante 8 - 10 minutos, hasta que el seitán adquiera una textura ligeramente tostada.
5. Llegados a este punto,  añadimos 3 cucharadas soperas de harina de trigo a la olla y removemos muy bien.
6. Mantneemos a fuego medio, para tostar la harina ligeramente durante 2 minutos.
7. Añadimos 2 tazas de leche vegetal a la olla y lo mantenemos por 3 minutos en una ebullición suave, con el fuego a potencia media.
8. Removemos muy bien durante toda la ebullición para disolver la harina en la leche y crear una mezcla homogénea.
9. Cuando la crema espese lo suficiente apagamos el fuego  (ha de adquirir una densidad de natilla, más o menos).
   
10. Volcamos todo en una fuente plana y grande, para que la masa no tenga un grosor de más de 1 cm.
11. Dejamos templar a temperatura ambiente.
12. Cuando esté templada, la metemos en la nevera por, al menos, 1 hora, pero cuanto más repose más fácil será hacer después la croqueta.
13. Preparamos un plato hondo con abundante pan rallado.
14. Después, con la ayuda de dos cucharas soperas, cogemos una porción de masa y le damos forma cilíndrica, pasando la masa de cuchara a cuchara.
15. Colocamos la masa sobre el pan rallado y rebozamos, sin apretar demasiado, presionando ligeramente para acabar de darle la forma cilíndrica y cubriendo bien todos los costados con pan rallado. Es normal si no salen perfectamente cilíndricas.
16. Repetimos el proceso hasta acabar con la masa.
17. Opcional pero recomendable: si quieres que la croqueta quede con un acabado perfecto y se fría muy fácilmente, colócalas en un plato e introducelas durante 30 minutos en el congelador.
18. Ahora, en una sartén profunda, colocamos 1 dedo y medio de aceite de girasol y calentamos a fuego medio-bajo.
    Es importante que el aceite esté caliente para que no tengamos que mantener la croqueta mucho tiempo en el aceite y se engrase demasiado.
19. Cuando esté caliente, colocamos las croquetas dentro (no recomiendo freír más de 3 a la vez).
20. Dejamos que tueste bien por la parte inferior y, cuando esté lista por abajo, le damos la vuelta y la tostamos por el otro costado.
21. Cuando estén bien crujientes y doradas, las retiramos a un plato y dejamos reposar durante 1 minuto para que expulse el aceite restante (que no será mucho, ya que la hemos freído muy poco tiempo en muy poco aceite).
22. ¡Servimos caliente!