¡Buenas a todas! Hoy os traigo unas croquetas caseras sin huevo de aprovechamiento que preparé el otro día.
Cuando digo «recetas de aprovechamiento» me refiero a ese tipo de platos que nos ayudan a darle un buen uso a esos ingredientes (generalmente verduras) que se nos quedan al fondo de la nevera a medio usar o que están a punto de ponerse en mal estado. En este caso, utilicé el seitán (carne vegetal) casero que preparé hace un par de días, cebollas y un boniato pequeño que me había sobrado de una crema de verduras. Si no tienes seitán o cualquiera de los otros ingredientes de relleno, puedes hacer un salteado de setas y otras verduras.
Y voilà, tienes unas croquetas sin huevo, veganas y listas en tu congelador para cuando tengas prisa y necesites algo rápido para comer.
¿Cómo hacer croquetas sin huevo para rebozar?
A estas alturas ya contamos con muchísimas alternativas al huevo para todo tipo de recetas. Para el caso del rebozado suele usarse, igual que en otros muchos platos, harina de garbanzo batida con agua. Un excelente sustituto del huevo en el caso de recetas como la tortilla de patatas y algunos rebozados.
En este caso no nos vamos a complicar lo más mínimo, y para rebozar vamos a usar la propia leche de soja sin azúcar que usaremos para hacer la bechamel.
Croquetas de carne vegetal: fácil e ideal para Navidad
Poco a poco llega la Navidad y empezaremos a buscar desesperadamente recetas fáciles con las que podamos tener contentos a las personas invitadas. Es común que no toda tu familia o círculo de amigos sea vegano o vegetariano, por lo que es fácil que se den conflictos por el tema del menú.
Si algo he aprendido a lo largo de estos años es que lo mejor que se puede ofrecer a la gente que es algo escéptica ante las carnes vegetales o los menús veganos en general, es: un menú tradicional pero adaptado de la mejor forma posible, para que sea imposible no rendirse a la evidencia de que tu preparación es deliciosa. Las croquetas son un buen ejemplo de ese plato que a «todo el mundo gusta» y que hacerlas en versión vegana es prácticamente igual que en su versión de origen animal.
Como siempre, te dejo también la receta en vídeo por si prefieres ver el paso a paso:
¡Vamos con al receta!
Croquetas caseras sin huevo: de boniato, cebolla y carne vegetal ¡super cremosas!
Ingredientes
- 1 Cebolla grande
- 1 boniato pequeño
- Carne vegetal (opcional: aquí te dejo la video receta del seitán)
- 3 cucharadas soperas de trigo
- 4 cucharadas soperas de margarina
- Leche de soja sin azúcar (2 tazas + extra para rebozar)
- 1 bol de harina de trigo
- 1 bol de pan rallado con ajo y perejil
- Especias: nuez moscada y pimienta negra
- Aceite de oliva para saltear
- Aceite de girasol para freír
Paso a paso
- Empezaremos salteando con aceite de oliva en una sartén grande: la cebolla y el boniato cortado en cubos muy pequeños.
- Cuando ya estén tiernos, añadimos el seitán muy picado. Lo salteamos hasta dorar por completo. Si no tiene seitán en casa, puedes usar setas u otros vegetales.
- Ahora, apartamos el salteado a los bordes de la sartén y añadimos 4 cucharadas soperas de margarina vegetal en el centro de la misma.
- Cuando la margarina se haya disuelto, añadimos las 3 cucharadas soperas de harina de trigo y lo removemos a fuego medio-bajo. Tostando ligeramente la harina para hacerla bien.
- Estando ya algo dorada, lo mezclamos con el resto del salteado y le damos unos minutos más, para terminar de hacerla.
- Ahora, lentamente, añadimos las 2 tazas de leche de soja sin azúcar sin dejar de remover.
- Es el momento de añadir un toque de nuez moscada y pimienta negra.
- Poco a poco la bechamel irá haciéndose espesa. Cuando tenga textura de natilla, cremosa y consistente, apagamos el fuego y pasamos la masa a una bandeja grande o dos platos.
- Lo dejamos templar a temperatura ambiente y después lo pasamos a la nevera por 1 hora.
- Pasado el tiempo, lo retiramos, cogemos una porción con una cuchara y con las manos, le damos forma a la croqueta.
- Ahora, para rebozarla, la pasamos por la leche de soja, luego por la harina, volvemos a pasarla por leche de soja y después por el pan rallado.
- Ahora, con las croquetas ya rebozadas, las colocamos en un plato y las metemos en el congelador por 20 minutos. Esto va a ayudar mucho a que ganen consistencia y puedas freírlas perfectamente.
- Simplemente queda freír en aceite de girasol muy caliente las que queramos comer al momento ¡y listo! Las demás, las dejamos en el congelador.