Ferrero Rocher caseros 2.0 para tu mesa de Navidad

Paso a paso

1. Empezamos triturando en una batidora los 60 gr de avellanas con 40 gramos de obleas. Hasta que quede como polvo.
   
   

   Trituramos las obleas con las avellanas

2. Después, lo pasamos a un bol grande y lo mezclamos con la crema de chocolate. Usaremos unas 7 cucharadas soperas, unos 190 gramos más o menos. Recuerda que la crema de chocolate tiene que estar fría, preferiblemente que haya reposado una noche en nevera.
3. Esto aportará grasa y cremosidad a nuestra mezcla.
   
   

   Añadimos la crema de chocolate negro

4. Mezclamos bien los ingredientes hasta conseguir una masa densa, manejable. Le daremos forma de bola y la meteremos de nuevo en el bol.
5. Masa para el interior del Ferrero Rocher casero
6. Reposamos en el congelador, preferentemente cubriendo la bola con un trapo o papel de film.
7. Mientras tanto, trituramos unas pocas obleas, y cuando sean como harina, lo reservamos en un bol.
8. Por otro lado, recuperamos nuestra masa y vamos a darle forma de pequeñas bolas. Yo os recomiendo que os ayudéis de una cuchara de postre para coger porciones de masa de tamaño similar. Lo ideal es que no queden bombones demasiado grandes, ya que al ser bocados bastante dulces, la idea es que, si quieres, puedas disfrutarlo de a pocos.
9. Vamos al lío: nos lavamos las manos y las dejamos húmedas, ya que esto nos permitirá trabajar mejor la masa sin que se nos pegue el chocolate.
10. Con una cuchara pequeña pellizcamos un trozo de masa y lo colocamos en nuestra mano.
11. Colocamos una avellana encima de nuestro trozo de masa, cerramos y boleamos con las manos húmedas, hasta dejar una esfera perfecta.
    
    

    Corazón del Ferrero Rocher casero vegano

12. Colocamos nuestras bolitas sobre una bandeja, opcionalmente con papel de horno.
13. Ahora, una por una, las rebozamos en la harina de oblea y las llevamos al congelador. Le damos unos 15 minutos de ventaja.
    
    

    Corazón del Ferrero Rocher casero vegano

    
    
14. Pasados los 15 minutos, ponemos a fundir la tableta de chocolate y, cuando esté fundido, añadimos trocitos de avellana triturados, que dejaremos a tamaño medio. Esto le dará el crocanti tan famoso de los Ferrero Rocher. No utilices toda la avellana en trocitos, porque más tarde necesitaremos una poca para espolvorear por encima.
15. Opcionalmente, aunque muy recomendable, le añadimos también 2 cucharadas soperas de aceite de coco.
16. Dejamos que funda por completo, hasta que tengamos un chocolate cremoso, suave y con abundantes trozos de avellana.
17. Apagamos la olla del chocolate fundido o, si estás en un clima muy frío, mantenlo a un fuego muy suave. Nos interesa mantenerlo fundido y ligero pero sin estar extremadamente caliente.
18. Vamos retirando nuestras bolitas del congelador, una por una, al mismo momento en el que vayamos a sumergir en el chocolate. Lo sumergimos, vuelta y vuelta, y con un tenedor lo retiramos rápidamente. 
19. Ahora, agitamos suavemente el tenedor para escurrir el exceso de chocolate y lo colocamos sobre una rejilla para promover que el chocolate sobrante caiga. Si no tienes rejilla, puedes colocarlo sobre el papel de horno intentando sacudir antes todo el exceso de chocolate lo mejor posible.
20. El contraste del frío con el chocolate + aceite de coco hará que tan pronto como el chocolate entre en contacto con el corazón del Ferrero Rocher, empezará a solidificar.
21. Así que, sin prisa pero sin pausa, cuando el chocolate empiece a densar ligeramente, dejamos caer sobre nuestros Ferrero Rocher más trocitos de avellana.
    
    

    Bañamos en chocolate el corazón del Ferrero Roche

22. Ahora sí, una vez los tengamos listos, los metemos otros 5-10 minutos de nevera para acabar de solidificar el chocolate por completo ¡Y listos para comer!
    
    

    Refrigeramos el Ferrero Rocher casero